En Tallerilerile utilizamos la metodología lúdica como estrategia para enseñar y aprender
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El dictado es una de las actividades que nos acompañan a lo largo de toda la vida escolar y con los años regresa de la mano de nuestros hijos e hijas.
Pero no es por casualidad ya que el dictado es una de las técnicas metodológicas más adecuadas para todo tipo de alumnos, independientemente de su edad o intereses, por lo que se puede adaptar a un grupo heterogéneo o lo puede realizar una sola persona.
El dictado no sólo incide en el aprendizaje ortográfico y gramatical, sino que aporta beneficios complementarios para el desarrollo de los niños como la atención o la concentración, entre otros.
En función de cómo se realice, pues hay muchos tipos de dictado, puede ser dinámico e, incluso, convertirse en un acto comunicativo. En este artículo hemos escogido los cinco modelos que más nos han inspirado.
¿Quieres conocerlos? pues, continua leyendo hasta el final.
El especialista en Didáctica de la Lengua y divulgador educativo, Daniel Cassany, es partidario de utilizar diferentes clases de dictados pues asegura que es importante no solo porque hace el trabajo más entretenido sino porque los alumnos no tendrán la sensación de que están repitiendo una y otra vez la misma actividad.
A pesar de que muchas veces el dictado es percibido como una actividad escolar complicada y aburrida es una poderosa herramienta de aprendizaje que trabaja muchos procesos: escuchar, interpretar, evocar, escribir, repasar, reconocer los errores,…
Por todo ello, aconseja realizar estos ejercicios de forma habitual y modificar la forma de realizarlos utilizando los distintos tipos que existen. Nosotros hemos escogido los cinco que más nos han inspirado y que puedes realizar tanto en casa como en el aula.
Con estas propuesta no pretendo reemplazar la práctica del dictado tradicional en los que el adulto lee un texto y el niño lo escribe, pues se trata de una técnica metodológica muy completa que también debe tener su espacio.
Defiendo que dado que es una actividad que se repite muy a menudo, le demos un aire diferente para romper la rutina, despertar el interés y complementarlo con otras técnicas igual de beneficiosas.
¡Vamos a ello!
Escoges un texto no muy largo o varias frases y haces grupos pequeños o parejas.A cada grupo o pareja le das textos diferentes.
El ejercicio consiste en separar el texto en sílabas y a continuación, dictar las frases silabeando.
Es muy útil cuando están aprendiendo la separación silábica o los hiatos y diptongos. Si quieres complementarlo puedes invitarles a que eleven el tono de la voz cuando digan la sílaba tónica.
Esta técnica fue propuesta por autores como McDowell 1984; Davis y Rinvolucri 1988, entre otros y es un ejercicio de relación entre la ortografía y la comunicación.
Para realizar esta modalidad,se forman parejas entre los alumnos y se les da a cada uno partes diferentes de un mismo texto.
En primer lugar tienen que dictarse el texto entre ellos, por turnos. Empieza un niño dictando el texto y su compañero que deberá copiar. Una vez que ha terminado, se intercambian los papeles.
Al finalizar de dictar ambos, cada uno corrige el texto de su compañero.
A continuación, una vez corregidos ambos textos, entre los dos, lo pondrán en orden, cada uno debe completar el espacio que le falta, hasta tener el texto completo.
La finalidad de este tipo de dictado es motivar el trabajo en equipo y la empatía.
El dictado cantado consta de las siguientes partes:
Escoge una canción, preferiblemente que no conozcan, que tenga estribillo y con espacios con música para dar tiempo a escribir.
En la primera audición, escuchar sin escribir y en una segunda escucha, escribir la letra, dejando espacios cuando pierdan partes del texto.
En una tercera escucha rellenar los espacios vacíos y confirmar las palabras escritas.
Por parejas o grupos reducidos verificar el texto y rellenar lo que falta.
Para finalizar, corregir entre todos.
Este tipo de dictado consiste en que uno o varios alumnos graben un texto y la audición se utilice en el aula para hacer un dictado.
Con ello no solo consigues realizar un dictado sino que también vas a ayudarles a ejercitar la lectura en voz alta, practicar la entonación, las pausas textuales o la vergüenza.
Además del interés despertado en el alumno que lee, el resto de la clase se va a divertir más escuchando una variedad de voces mayor; además, trabajarán la paciencia pues cada alumno esperará su turno como lector.
Para este tipo de dictado los participantes formarán parejas y por turnos asumirán dos roles diferentes. Uno será el mensajero mientras que el otro es el escritor.
El texto se colocará alejado de los participantes (colgado de la pared o sobre una mesa). El mensajero tendrá que memorizar la máxima cantidad de texto que pueda y se acercará al compañero para contárselo.
Repetirán este procesó hasta que completen el texto. En este tipo de dictado practicarán, además, la memoria.
Mantener el concepto arraigado de que el dictado es uno de los ejercicios más anticuados y aburridos de la clase de lengua ya no es apropiado.
A lo largo de este artículo has conocido o recordado cinco tipos de dictados que van a despertar el interés de los alumnos, ejercicios participativos y activos que estimularán su curiosidad.
En los dictados tradicionales no hay sorpresas, ni diversión, ni creatividad. En las propuestas que te dejo hoy, hay un poco de todo y aprendizajes añadidos.
Si deseas leer el artículo de nuestro blog sobre los beneficios del dictado, aquí te dejo el enlace. En ese mismo artículo puedes descargar gratis un recurso para corregir las faltas de ortografía.
Gracias por tu visita.
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