En Tallerilerile utilizamos la metodología lúdica como estrategia para enseñar y aprender
En Tallerilerile utilizamos la metodología lúdica como estrategia para enseñar y aprender
¿Qué vas a hacer durante las vacaciones más frías y lluviosas del año para entretener a tus hijos durante esas horas que estén encerrados en casa?
No te agobies, tienes un gran variedad de opciones divertidas para disfrutar de una tarde lluviosa proponiendo o compartiendo juegos para realizar en casa con los más pequeños.
Si quieres tener éxito y que los juegos suban al siguiente nivel tendrás que tomártelo en serio pues tienes grandes competidores: consolas – móviles y TV.
Ahora que ya eres consciente de esto, puedes pasar a la acción y escoger alguno de los juegos incluidos en este artículo.
Aquí encontrarás ideas de juegos sencillos y educativos para que puedas disfrutar con tus hijos en tu hogar; además, te damos claves para que tus propuestas sean exitosas.
Lo primero que tienes que hacer es determinar el objetivo del juego o lo que es lo mismo, ¿para qué vas a proponer un juego?
Para determinarlo, contesta a las siguientes preguntas:
Una vez que lo tengas claro, escoge un juego que además de entretenerlos, garantice una experiencia positiva, tanto para ellos como para ti. Pues de ello dependerá el que vuestras tardes juguetonas no queden solo en una experiencia desagradable.
Además, ten en cuenta los siguientes factores:
Como ves, hay muchas opciones a tener en cuenta pero una vez que tengas delimitados estos parámetros, tienes muchas posibilidades de juego.
Puedes acceder a internet para buscar ideas y adecuarlas a tus necesidades, puedes echar mano de los juegos tradicionales o de mesa, pero si quieres un ratito especial escoge una de nuestras propuestas y disfruta de tu objetivo.
Este juego se puede realizar a partir de los dos años, una edad en la que se divierten mucho insertando objetos pequeños dentro de objetos grandes, experimentando con distintas formas y tamaños, y realizando tareas repetitivas.
El juego es muy sencillo. Se trata de dar la vuelta a un colador y comenzar a insertar espaguetis en los agujeros. Solo tienes que darle los materiales y enseñarle cómo hacerlo.
Si los agujeros del colador son muy pequeños, puedes sustituirlo por plastilina (con una forma de medio círculo) e insertar los espaguetis u otro material que sea alargado y con punta roma para evitar accidentes (utiliza palillos o palos de brocheta con las puntas recortadas).
Este es el juego clásico de disfraces pero nosotros vamos a darle un puntito diferente y alargarlo un poco más.
Introduce en una caja cerrada o cesta tapada todos los elementos que se te ocurran para disfrazarse (no te olvides de los disfraces de carnaval). Por ejemplo: pelucas, ropa, sombreros, gafas, bufandas, calcetines,…
El primer paso es destapar la caja y disfrazarse en un tiempo limitado (determina el tiempo del que disponen para disfrazarse, este punto dependerá de la edad de los niños. A mayor edad, menos tiempo).
Una vez transcurrido el tiempo, tienen que explicar su disfraz y definir cuál es su personaje. Ahora es el momento de hacer unas fotos y montar un concurso en el que por supuesto, todos ganan (el disfraz más extraño, el más realista, el más divertido,…)
Recibidas sus nominaciones y con la explicación que nos han dado sobre sus disfraces,con tu ayuda tienen que crear una historia en la que cada uno contará lo que hace el personaje de otro participante.
Si quieres desarrollar esta última etapa del juego más a fondo puedes acceder a uno de nuestros recursos gratuitos: Vamos a escribir un bonito cuento
Personalmente, me gusta que los participantes jueguen de forma independiente hasta el momento de las fotos. A partir de aquí, interviene un adulto como observador, fotógrafo, cámara y director de la película.
Se trata de un juego típico para realizar en espacios cerrados y es muy sencillo de realizar, pero no le restes importancia pues los niños, además de divertirse, entrenan una gran cantidad de habilidades.
La edad de los jugadores va a delimitar el espacio de juego. Si son pequeños utiliza una habitación y si son más mayores puedes ampliarlo a toda la casa.
El juego consiste en ocultar un objeto que deben encontrar mediante preguntas. Puedes darle un aliciente poniendo un límite de tiempo o de preguntas.
Puedes empezar tú buscando el objeto y haciendo las preguntas para que el niño sepa cómo debe formularlas y, además, intercambiar los roles es algo que les encanta.
Seguro que conoces este juego pues se trata de uno de los ejercicios de memoria más clásicos.
La edad de los participantes, marcará la dificultad del juego; es decir, más objetos o un espacio mayor de búsqueda.
Coloca algunos objetos (empieza con pocos) en una mesa, caja o bandeja. El niño los tiene que mirar durante unos segundos (cuanto más pequeños más tiempo), después se da la vuelta y quitas uno. Cuando vuelva a mirar tendrá que decir cuál es el objeto que falta.
Si lo quieres hacer en una habitación. Primero pones en algún sitio un objeto nuevo, después de mirar (pueden desplazarse por la habitación) salen, quitas el objeto y tienen que adivinar cuál falta.
Y como siempre, conviértelo en un desafío incluyendo márgenes temporales o sumando puntos.
Introduce en una caja o cesta todos los elementos que se te ocurran para construir. Por ejemplo: cajas vacías, trozos de tela, pajitas, pinzas, palos , hueveras, y todos los materiales que tengas para reciclar en casa.
En otra caja colocas las herramientas que en este caso serán: pegamento, tijeras, rotuladores, colores, purpurinas, plastilina, reglas, etc.
Cada niño escoge un proyecto para desarrollar ( una casa de muñecas, un barco, un coche, etc.)
Durante el juego tienes que asesorarle y no te sorprendas si terminas trabajando con él o ella mano a mano. Aún así, deja que sean ellos los creativos y que decoren su proyecto.
Cuando termine haz una foto, te lo agradecerán.
Este juego está recomendado a partir de los 2 años y se divierten hasta bien mayores. Se trata de un juego de habilidad que puedes transformar en una competición.
Escoge una puerta y tras cortar diferentes tiras de cinta adhesiva, vete pegándolas al marco de la puerta, elaborando una tela de araña (ten cuidado en que siempre esté en el mismo lado la parte de la cinta que pega).
Luego haces bolas con papel que vayas a reciclar (si es posible) y les invitas a jugar.
Se trata de lanzar bolas para que se peguen, cuantas más mejor, cuanto más alto también y desde más lejos, mejor.
La dificultad, como siempre, la marca la edad de los participantes.
Si son varios niños, cada uno puede lanzar las bolas de un color diferente y al final del tiempo marcado, ganará quien más haya pegado.
Este juego es tan sencillo como encestar pelotas pequeñas (las de pinpon son buena opción) en distintos contenedores.
Como siempre, cuanto más edad tengan, mayor dificultad que en este juego puedes aumentar con la distancia, contenedores más pequeños o restando las que no entren de la suma de las que sí entren.
También puedes hacer un circuito para encestar con contenedores de tamaños diferentes, en una habitación o en el pasillo y cronometrar el tiempo del recorrido.
No me quiero despedir sin darte algún otro consejo que debes añadir al que inició este texto que si recuerdas es el de marcarte un objetivo.
También es recomendable que:
Y dejo para el final lo más interesante de todo:
Intenta jugar un poco cada día.
Te dejo un enlace al Podcast del programa Más de Uno Gijón, dirigido por Guillermo Figueroa quien el pasado 10 de noviembre, en la sección NATALIDAD, me invitó a participar para dar ideas de juegos sencillos y educativos que se puedan preparar a los niños con la llegada del frío y el mal tiempo.
No te lo pierdas.
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